Me entristece un poco que existan casas donde se gastan 200, 300, 400 o más euros que difícilmente recuperarán en lotería. Si un ciudadano tiene la suerte de trabajar y obtener a cambio un salario, puede gastárselo en lo que quiera, pero creo que sería más provechoso invertir en otras cosas antes que en una remota fortuna de un juego de azar. Vivimos en una sociedad en la que dejarse las cantidades antes mencionadas en sorteos de este tipo es algo común pero abonar 12 euros por un libro o disco o 6 por una revista cuidada se llega a tildar de robo.
Si no hubiese jugado, seguro que no me hubiera tocado; pero hoy pienso que de haber invertido esos 40 euros que dejé en manos de la diosa fortuna en aquel jersey, camiseta, libro o disco que no compré en su momento por no hacer una pequeña derrama, habría ganado sí o sí. Ahora tengo (o tenemos) un año para plantearnos de nuevo la estrategia económica.