En general, las críticas a la pieza audiovisual fueron buenas y el propio Jordi Évole declaró la semana posterior que los dirigentes de Mercadona estaban satisfechos con lo que se pudo ver en "Salvados". Lo que ocurre es que siempre salen a la palestra los que son más papistas que el papa. Sus principales argumentos son que siempre se va a por las grandes corporaciones que crean empleo y que no se hacen reportajes para hablar bien de ellas y, por otro lado, que en La Sexta apalearon antes a Inditex y ahora a Mercadona porque ninguno de los dos pone publicidad en el grupo Atresmedia. Ambas afirmaciones son fácilmente desmontables. En el primer caso, hay que recordarles que el periodismo sirve para denunciar injusticias, sin importar el tamaño de la empresa o la importancia que tenga a nivel nacional o internacional. Evidentemente, hacer un reportaje para contar que pagan las cotizaciones a la Seguridad Social o que abonan los sueldos de los trabajadores sin retrasos es absurdo y, además, eso tiene un nombre y es publicidad. Alguno podría tener la tentación de pensar que hay que pasar por alto vulneraciones de derechos de los empleados por el hecho de que son empresas importantes en el PIB español. Sobre el supuesto castigo que inflige el grupo Atresmedia sobre Mercadona o Inditex porque no se publicitan en sus espacios, basta con fijarse en que eléctricas como Iberdrola, Endesa o Gas Natural siguen anunciándose y palos más grandes se han llevado en "Salvados".
A este respecto, los momentos más surrealistas nos los ha dado Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados. El domingo 27 de noviembre tuiteaba lo siguiente y Jordi Évole, dos días después, le respondía con sorna recordándole el caso de las eléctricas:
Lo más divertido de esto es que la víspera, el lunes 28, diversos medios de comunicación publicaron que Ciudadanos había tenido que indemnizar a su exjefa de prensa, que había los denunciado por acoso laboral. La había contratado Albert Rivera en los inicios de la formación naranja y cuando se quedó embarazada de gemelos empezó su calvario. A su vuelta tras el permiso maternal ya no recuperó el puesto que había desempeñado y fue relegada al área de prensa del grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona. La demandante asegura que se le asignaron "funciones irrelevantes" y se la "humilló personal y profesionalmente". La indemnización asciende a 153.000 euros. La demanda recoge que Girauta le dijo lo siguiente: "Es una putada. Todo eso es por ser mujer. Como los tíos no parimos, no nos pasan estas cosas, no desapareces de repente cuando puede pasar de todo". Ciudadanos no ha valorado publicamente esta información y Girauta no ha tuiteado nada. Qué pena , ¿no?