Reconozco que me he disgustado y que no pensaba que el magnate norteamericano pudiera llegar a la Casa Blanca, pero si algo nos ha enseñado este año 2016 que ya enfila su final es que todo es posible. El brexit o el referéndum de paz en Colombia son claros ejemplos. Cuando he llegado a la oficina, a eso de las siete y media, ya había varios compañeros aporreando el teclado. Los especiales de radio y televisión por los comicios estadounidenses eran un hervidero de comentaristas, especialistas en política internacional o enviados especiales y nuestro deber era contarlo.
Las caras del personal reflejaban incredulidad. De vez en cuando pasaban compañeros charlando sobre el tema con un café de máquina en la mano y apurando el último sorbo antes de sentarse y ponerse al lío de nuevo. "Me quiero ir de este planeta", he llegado a oír a uno. Según ha ido transcurriendo la mañana y a fuerza de tanto escucharlo, he asimilado que Donald Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos. También he tenido tiempo para reflexionar y creo que puedo lanzarme a compartir algunas notas urgentes sobre esta tormenta:
-Cuando ganó Obama, en el ambiente flotaba un sentimiento de que aquello iba a ser maravilloso. Recordemos que casi no había terminado la mudanza a Washington y ya le habían dado el Nobel de la Paz. Tras la victoria de Trump, nos hemos quedado en estado de shock (no con poca razón). Tal vez tengamos que relativizar un poco. Si no ha sido tan bueno lo uno, esperemos que no sea tan malo lo otro.
-Aunque no sirva de nada, Clinton ha logrado más votos que Trump. El republicano se ha hecho con 59.354.284 apoyos (47.5%) por los 59.589.611 (47.7%) de la representante del Partido Demócrata. Insisto, no vale para nada, pero da una sensación de mayor igualdad que el 279-228. Algo es algo.
-Tenemos mucha facilidad para sorprendernos. En Rusia está Putin, en Hungría está Orbán, los populistas van a sacar a Reino Unido de la Unión Europea, la ultraderecha crece en Alemania, la derecha corrupta ha ganado las últimas tres convocatorias electorales españolas y en 2017 el Frente Nacional de Le Pen se va a colar en la segunda vuelta de las presidenciales francesas. ¿Qué esperábamos del país que hizo a Schwarzenegger gobernador de California de 2003 a 2011?
Lo dicho, no pinta bien pero no vamos a estar flagelándonos durante cuatro años. Ya superamos lo de Bush. Podremos con esto. Mucho ánimo.