Así (gráfico de la izquierda) estábamos el 19 de diciembre y así (gráfico de la derecha) estamos desde anoche. Cambio hemos tenido. El que diga lo contrario miente. Es un marco político nuevo y muy fragmentado, sin mayorías absolutas claras.
La caída del bipartidismo
En las elecciones de 2008, el PSOE ganó con 11.289.335 votos y 169 escaños y en las de 2011 obtuvieron 6.973.880 papeletas y 110 asientos. Aquello ya era un drama en Ferraz. Los números de ayer fueron 5.530.779 votos y 90 escaños. Suyas son las conclusiones. Por otro lado, el PP logró la confianza de un total 10.278.010 ciudadanos en 2008 (154 escaños), de 10.830.693 en 2011 (186 escaños) y, finalmente, ayer consiguió 7.215.752 votos (123 escaños). El palo es notable. En las horas posteriores al recuento hemos asistido a una batalla entre ambas formaciones políticas para ver quién está menos muerto. Dantesco.
La bolsa se desploma
"Los mercados tiemblan por la ingobernabilidad de España". Como titular de prensa es cojonudo, pero la realidad lo estropea. El Ibex 35 ha bajado un 3,62% en la jornada de hoy. Estas son las caídas que tuvo el selectivo español en los días inmediatamente posteriores a las últimas elecciones generales (mayorías absolutas estables de esas que gustan a las grandes corporaciones y bancos incluidas): -1,75% en 1993, -5,22% en 1996, -1,23% en 2000, -4,15% en 2004, -0,29% en 2008 y -3,48% en 2011.
Cataluña: partido de ida y vuelta
En las elecciones autonómicas, Junts Pel Sí (con CDC y ERC en su interior) entonaron el "We Are the Champions". Ahora, unos meses después y sin acuerdo para investir a Artur Mas como nuevo president de la Generalitat, parece que el equilibrio cambia dentro de la coalición independentista. Aunque de puertas para afuera digan que no ha cambiado nada tras el 20D, a nadie se le escapa que ERC ha triplicado sus resultados (de 3 escaños a 9) y CDC (antes en CiU y en las votaciones de ayer bajo el nombre de Democràcia i Llibertat) han pasado de 16 asientos a 8. Unió, su anterior socio, desaparece del Congreso. No tienen ahora en CDC la misma posición que hace unas semanas para enrocarse en que Mas sea el jefe del nuevo ejecutivo catalán. La CUP aprieta.
El tortazo de Ciudadanos
Recuerdo que a comienzos de diciembre en Ciudadanos decían que el próximo Gobierno era cosa de tres, que Podemos se había descolgado de la lucha por la Moncloa. ¿Y ahora qué? La formación naranja ha logrado 40 diputados. Se agarran a que en los 69 de Podemos están los socios de Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana. De acuerdo, quitémoslos: Ciudadanos se quedaría con 40 escaños teniendo en cuenta a toda España y Podemos, por su parte, con 42 quitando tres regiones. Sí, en votos habría una diferencia de 318.459 a favor de los de Albert Rivera que no se plasma en asientos. ¿Probamos a quitar las papeletas a favor de Ciudadanos en Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana para ver qué queda? Por la boca muere el pez.
El coitus interruptus de Podemos
Remontada de Podemos, pero a medias. Nunca lo sabremos, pero no es descabellado pensar que con una semana más de campaña y con un debate al que fuera Mariano Rajoy a representar al PP los de Pablo Iglesias podrían haber alcanzado al PSOE. A día de hoy, lo evidente es que Podemos no es el primer partido en la izquierda oficial, por llamarlo de algún modo. Además, la formación morada ha podido pecar de arrogancia poniendo a Julio Rodríguez de número dos por Zaragoza, cuando estaba bastante complicado sacar esa representación allí. En principio, el que fuera Jemad tendrá que ver las sesiones del Congreso por la televisión.
Euskadi is different
Podemos ha sido la gran sorpresa, ya que han ganado en número de votos en la Comunidad Autónoma Vasca (en escaños gana el PNV por uno) y son la primera fuerza en Gipuzkoa y Araba. El gran susto se lo ha llevado EH Bildu, que pasa de 7 escaños a 2. Feudos clásicos de los socialistas de Bizkaia se han teñido de morado. Es cierto que en las elecciones generales los vascos votan en clave nacional (el PSOE ganó por delante del PNV en la época de Zapatero y luego no pasa, por lo general, lo mismo en las autonómicas). Los comicios para la formación del nuevo Parlamento Vasco están a la vuelta de la esquina y el terremoto Podemos ha puesto nerviosos a todos en Euskadi. Destacar que el PP, al igual que en Cataluña, se confirma como una fuerza residual. La ciudadanía vasca puso el picante al recuento del 20D con sus decisión electoral. Nadie se esperaba esos resultados.
Despropósito
Eduardo Madina, número 7 del PSOE por Madrid, se queda sin escaño. Entran la ex de UPyD Irene Lozano y Zaida Cantera. No hay más preguntas.
Los pactos
Está complicado. El PP ha hecho tan pocos amigos con su rodillo en forma de mayoría absoluta durante cuatro años y con sus latigazos en dirección a Cataluña que no tiene con quién pactar. Ciudadanos dice que se abstendrá para que gobierne la fuerza más votada y las tradicionales alianzas catalanas de los populares ya no existen. Eso sí, Unió dijo antes del 20D que daría sus escaños a los populares si fuera necesario. Calculemos: 123+0=123. Creo que no es suficiente. El PSOE podría pactar con Podemos (demasiadas tensiones abiertas entre ambos partidos ahora mismo), con Unidad Popular-IU, con el PNV (su socio en Euskadi) y con algún catalán. Es una sopa de siglas bastante improbable, aunque nunca se sabe.
Si Izquierda Unida y Podemos hubieran ido juntos a las elecciones generales
He leído una información en eldiario.es muy significativa. Tras el 20D, Podemos tiene 69 escaños y Unidad Popular (marca bajo la que concurría a los comicios Izquierda Unida), 2. Suman 71 entre los dos. Si hubieran convergido, tendrían 85 y los resultados de los demás también variarían en favor de esta formación inexistente en las papeletas de ayer.
En resumen
Todos creen que ganaron, pero en realidad nadie depende totalmente de sí mismo para casi nada. La posibilidad de tener que acudir a votar de nuevo está ahí, es real. Tengo la sensación de que, en el fondo, nadie está contento de verdad (quitando a los muchachos y muchachas de Ada Colau por sus excelentes resultados en Cataluña). Hay satisfacción moderada en el PP y el PSOE porque no han sufrido un descalabro total. Hay satisfacción moderada en Podemos porque han logrado un gran resultado, pero pensaban que podían echarle el guante al PSOE. Hay satisfacción moderada en Ciudadanos porque han entrado por primera vez en el Congreso, pero cuarenta diputados les ha sabido a poco. "Nada de nada, ni mucho ni poco", que decían Café Quijano. Lo sé, tiene más caché parafrasear a García Márquez, pero esto es más exótico, como el hemiciclo que vamos a tener a partir de enero. ¿Hasta cuando? Quién sabe.