También tuve la desgracia de leer a la misma hora pero en distinto día a Eduardo Montes, presidente de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) que comentaba esto en "Expansión": "Yo lo único que he leído son las declaraciones del presidente o lo que sea de Podemos, Pablo Iglesias, sobre el sistema eléctrico y a mí me aterra. No se puede tomar por principio el sistema eléctrico como el malo de la película".
Este intento de meter miedo sobre Podemos a la opinión pública sigue la estela de las declaraciones de los dirigentes del PP o PSOE, que dicen que nos van a convertir en Venezuela, que nos van a quitar la segunda vivienda... ¡Pero si los que están latinoamericanizando España con la corrupción son ellos! Por otro lado, he leído una noticia en "eldiario.es" que cuenta que multinacionales europeas y estadounidenses buscan contactos discretos con Podemos a través de sus embajadas para evaluar las medidas económicas que proponen. Mientras tanto, la CEOE ataca de frente a la formación liderada por Pablo Iglesias y rechaza todo tipo de contactos. Es curioso que desde dentro de España nadie quiera charlar con ellos y desde el extranjero sean, al menos, un poco más curiosos.
Y es que a nosotros, a los ciudadanos normales, los grandes empresarios y los partidos del antiguo sistema dependientes de eléctricas y compañía nos intentan decir que viene el lobo si votamos a cualquiera que no sea a los que, siendo objetivos, nos han llevado a esta época de zozobra. Tenemos que tener miedo de Podemos pero no de los que cerraban contratos amañados tras cacerías, póquer y prostitutas. Tampoco tenemos que tener miedo de los que permitieron y disfrutaron de las tarjetas opacas de Caja Madrid gastándose cantidades indignas en masajes filipinos, ropa interior, comidas, copas y clubes de luces. Por descontado, no hay que tener miedo de los que tienen al extesorero en la cárcel por financiación irregular del partido. Ah, y dejemos nuestro futuro en manos del que viajaba a ver a la parienta a Canarias a costa del Senado, a los que gestionan el chanchullo del mercado eléctrico o a los de los ERE de Andalucía. Francamente, no creo que Podemos vaya a hacerlo todo a la perfección o estén descubriendo la penicilina, pero tienen el beneficio de la duda y la presunción de inocencia, algo que los que tratan de alarmar a la ciudadanía perdieron hace tiempo.