ENTREVISTA
"Algunos medios en España se han convertido en propiedad de grandes corporaciones financieras o de telecomunicaciones que tienen otros intereses y no siempre es la información"
Entrevista por Ivan Castillo Otero. Fotos por Ángel del Palacio. Publicado en el número 8 (diciembre 2015).
Ciertamente, hace calor. En la madrileña estación de tren de Atocha, el tranjín de pasajeros que llegan y se marchan de viaje es incesante. Yo, por mi parte, de tanto esquivar personas noto ya una gotilla de sudor bajando por mi espalda. Llegamos a tiempo al restaurante Samarkanda. Está enclavado en un invenadero, un jardín botánico situado en el apeadero que contrasta mucho con un lugar en el que el protagonismo recae sobre el transporte de personas a bordo de ferrocarriles. Allí hemos quedado con Ignacio Escolar, periodista y director de eldiario.es. Espera sentado en una mesa pensada para cuatro comensales mientras observa con detenimiento la pantalla de su teléfono móvil. “Me las llevo y las leo por el camino”, dice cogiendo los dos anteriores números de 12 pulgadas con los que le hemos obsequiado. Tras nuestra conversación, cogerá un tren que le lleve a Valencia. Nació en Burgos un 20 de diciembre de 1975 y ha estampado su firma en Público, The Guardian, Cinco Días, La Voz de Almería, Rolling Stone, GQ, Quo o Muy Interesante. Además, ha ejercido en medios de comunicación como Telecinco, Cuatro, TVE o Punto Radio y actualmente ejerce en La Sexta y Cadena Ser. Desde el primer apretón de manos emana seguridad en sí mismo. Es periodista por vocación, de izquierdas y ha pulsado la tecla correcta al fundar el medio que dirige, que no es poco.
¿Qué le hizo pensar que lo suyo era el periodismo?
Nunca he pensado en dedicarme a otra profesión y supongo que la culpa la tienen mi padre y mi madre, que los dos son periodistas. Llevo viendo periódicos en casa desde que era niño, aprendí a leer con ellos y no he tenido otra ambición. Siempre he querido ser periodista, escritor o las dos cosas.
¿Qué tiene que hacer un periodista español para publicar en The Guardian?
Conozco a Giles Tremlett, corresponsal de este medio en España; él me lee y supongo que le gusta lo que escribo. De vez en cuando suelen buscar periodistas españoles para publicar tribunas de opinión en The Guardian sobre temas que les interesan y él me lo propuso. Yo estoy encantado porque es uno de los mejores periódicos del planeta, si no es el mejor.
¿En qué momento decide ser uno de los capitanes de Público?
Conocí el proyecto unos meses antes de que saliera, cuando yo estaba trabajando de director adjunto en La Voz de Almería. Los dueños del periódico, entre los que estaba Jaume Roures, buscaban a un periodista joven que supiera de papel, que entendiera de Internet, que hiciera opinión, que fuera de izquierdas y que rondara los treinta años. Con esa idea llegaron hasta mí a través de terceras personas. Tuve varias reuniones con ellos en Barcelona hasta que me ofrecieron fundar y dirigir Público.
¿Qué cree que falló para que Público tuviera que dejar de salir en papel?
El problema de Público es que nació en papel en el momento equivocado. El hueco editorial existía y por eso existe también ahora eldiario.es. La facturación publicitaria en papel en España entre el año 2007, que es cuando salió Público, y 2015 se ha ido al 40 % aproximadamente. Las ventas en kioscos caen anualmente un 15 %. Por mucho que hiciéramos un proyecto diferente para un público que no estaba atendido en papel, el problema era el papel y no el producto. En Público hubo cosas que se hicieron bien, mal y regular, pero la ecuación era imposible: no se podía sacar un periódico en papel que durase porque ningún periódico en papel va a durar.
¿A qué se debe su cambio de Mediaset (colaborando en programas como Las mañanas de Cuatro) a La Sexta (Atresmedia)?
Mi fichaje más que por Atresmedia es por La Sexta. La razón fundamental es que a mí me interesaba mucho más La Sexta, por su apuesta informativa en todas las franjas horarias, que Cuatro, que solo tenía un programa de ese estilo, Las mañanas de Cuatro, cuando yo hice el cambio. Estuve muy al principio en los dos canales, cuando Al rojo vivo era por las noches y en La Sexta 3, y en el momento en el que este programa comenzó a emitirse por la mañana tuve que elegir y me decanté por Cuatro. Fue una mala decisión, porque a nivel informativo Mediaset no me puede ofrecer lo que me da La Sexta, que tiene política, debate y opinión de lunes a domingo y prácticamente a todas horas.
Desde fuera da la sensación de que luego no se va de copas con Eduardo Inda. ¿Es detrás de las cámaras como delante?
Él es, como casi todos los tertulianos, diferente con la cámara encendida que con la cámara apagada. No es que seamos amigos, pero no tenemos una relación tan dura como pueda parecer; ni con Eduardo Inda ni con casi nadie. En los debates me enciendo mucho defendiendo mis ideas y a veces puede ser muy duro porque entro en temas que me emocionan. A Eduardo Inda lo conozco relativamente poco porque hemos empezado a coincidir en la actualidad y nunca he tenido problemas con él. Si por algo es conocido es por llegar siempre al límite de tiempo. Normalmente estamos todos con el micrófono puesto y él aparece corriendo. “Siempre llego”, nos suele decir; y es cierto.
Recuerdo un encuentro en el que participó con la revista Mongolia en el que le preguntaron por Francisco Marhuenda, director de La Razón, con el que tuvo una comida en la época de Público a raíz de las ruedas de prensa sin preguntas que ofrecían los políticos. Dijo que era una persona muy normal y tranquila que se transforma en la televisión.
Ese es el perfil de Paco (Marhuenda), que es diferente al de Eduardo (Inda). Cuando yo lo conocí en 2007 era diferente. Él acababa de llegar a Madrid desde Barcelona y ahora se ha convertido en el director más longevo de la prensa de papel en Madrid. Ya no están en el puesto de director los que dirigían El País, El Mundo o ABC cuando él llegó a la dirección de La Razón. Ha cambiado en todo este tiempo. No es tanto que haya tertulianos que interpreten un personaje; el propio debate te lleva a posiciones mucho más fuertes de las que tendrías matizando en una conversación sosegada. Es difícil argumentar en 140 caracteres en Twitter y también es complicado hacerlo a veces en televisión.
¿Qué le hizo pensar que lo suyo era el periodismo?
Nunca he pensado en dedicarme a otra profesión y supongo que la culpa la tienen mi padre y mi madre, que los dos son periodistas. Llevo viendo periódicos en casa desde que era niño, aprendí a leer con ellos y no he tenido otra ambición. Siempre he querido ser periodista, escritor o las dos cosas.
¿Qué tiene que hacer un periodista español para publicar en The Guardian?
Conozco a Giles Tremlett, corresponsal de este medio en España; él me lee y supongo que le gusta lo que escribo. De vez en cuando suelen buscar periodistas españoles para publicar tribunas de opinión en The Guardian sobre temas que les interesan y él me lo propuso. Yo estoy encantado porque es uno de los mejores periódicos del planeta, si no es el mejor.
¿En qué momento decide ser uno de los capitanes de Público?
Conocí el proyecto unos meses antes de que saliera, cuando yo estaba trabajando de director adjunto en La Voz de Almería. Los dueños del periódico, entre los que estaba Jaume Roures, buscaban a un periodista joven que supiera de papel, que entendiera de Internet, que hiciera opinión, que fuera de izquierdas y que rondara los treinta años. Con esa idea llegaron hasta mí a través de terceras personas. Tuve varias reuniones con ellos en Barcelona hasta que me ofrecieron fundar y dirigir Público.
¿Qué cree que falló para que Público tuviera que dejar de salir en papel?
El problema de Público es que nació en papel en el momento equivocado. El hueco editorial existía y por eso existe también ahora eldiario.es. La facturación publicitaria en papel en España entre el año 2007, que es cuando salió Público, y 2015 se ha ido al 40 % aproximadamente. Las ventas en kioscos caen anualmente un 15 %. Por mucho que hiciéramos un proyecto diferente para un público que no estaba atendido en papel, el problema era el papel y no el producto. En Público hubo cosas que se hicieron bien, mal y regular, pero la ecuación era imposible: no se podía sacar un periódico en papel que durase porque ningún periódico en papel va a durar.
¿A qué se debe su cambio de Mediaset (colaborando en programas como Las mañanas de Cuatro) a La Sexta (Atresmedia)?
Mi fichaje más que por Atresmedia es por La Sexta. La razón fundamental es que a mí me interesaba mucho más La Sexta, por su apuesta informativa en todas las franjas horarias, que Cuatro, que solo tenía un programa de ese estilo, Las mañanas de Cuatro, cuando yo hice el cambio. Estuve muy al principio en los dos canales, cuando Al rojo vivo era por las noches y en La Sexta 3, y en el momento en el que este programa comenzó a emitirse por la mañana tuve que elegir y me decanté por Cuatro. Fue una mala decisión, porque a nivel informativo Mediaset no me puede ofrecer lo que me da La Sexta, que tiene política, debate y opinión de lunes a domingo y prácticamente a todas horas.
Desde fuera da la sensación de que luego no se va de copas con Eduardo Inda. ¿Es detrás de las cámaras como delante?
Él es, como casi todos los tertulianos, diferente con la cámara encendida que con la cámara apagada. No es que seamos amigos, pero no tenemos una relación tan dura como pueda parecer; ni con Eduardo Inda ni con casi nadie. En los debates me enciendo mucho defendiendo mis ideas y a veces puede ser muy duro porque entro en temas que me emocionan. A Eduardo Inda lo conozco relativamente poco porque hemos empezado a coincidir en la actualidad y nunca he tenido problemas con él. Si por algo es conocido es por llegar siempre al límite de tiempo. Normalmente estamos todos con el micrófono puesto y él aparece corriendo. “Siempre llego”, nos suele decir; y es cierto.
Recuerdo un encuentro en el que participó con la revista Mongolia en el que le preguntaron por Francisco Marhuenda, director de La Razón, con el que tuvo una comida en la época de Público a raíz de las ruedas de prensa sin preguntas que ofrecían los políticos. Dijo que era una persona muy normal y tranquila que se transforma en la televisión.
Ese es el perfil de Paco (Marhuenda), que es diferente al de Eduardo (Inda). Cuando yo lo conocí en 2007 era diferente. Él acababa de llegar a Madrid desde Barcelona y ahora se ha convertido en el director más longevo de la prensa de papel en Madrid. Ya no están en el puesto de director los que dirigían El País, El Mundo o ABC cuando él llegó a la dirección de La Razón. Ha cambiado en todo este tiempo. No es tanto que haya tertulianos que interpreten un personaje; el propio debate te lleva a posiciones mucho más fuertes de las que tendrías matizando en una conversación sosegada. Es difícil argumentar en 140 caracteres en Twitter y también es complicado hacerlo a veces en televisión.
¿En qué momento se da cuenta de que tiene que poner sus esfuerzos y capital en formar eldiario.es? ¿Cómo recuerda la fundación?
Yo tenía en marcha el proyecto de eldiario.es antes de Público. El registro del dominio eldiario.es lo hice en 2004 o 2005, antes de fundar Público o irme a trabajar a La Voz de Almería. Antes o después quería comenzar con este proyecto. La idea era, viendo cómo bajaban en Internet los costes para que unos periodistas crearan su medio, fundar uno verdaderamente independiente. Cuando salí de la dirección de Público en 2009 comencé a trabajar de nuevo en el proyecto, pero decidí esperar porque no era el momento. ¿Cuándo era el momento? Cuando cerró Público en papel. Tuve unas conversaciones con Jaume Roures, que quería que volviera pero como director de público.es, pero no nos pusimos de acuerdo por cómo solucionó el tema laboral con los trabajadores. La redacción no ha cobrado y ha terminado en Fogasa (Fondo de Garantía Salarial). Le dije a Jaume Roures que no podía incorporarme a un proyecto si no pagaba a mis compañeros y lancé eldiario.es.
¿Es realista pensar que cualquiera puede fundar un medio como eldiario.es o cree que sin su figura no hubiera tenido la repercusión inicial?
No lo es. A eldiario.es trasladé los esfuerzos de diez o quince años y así sí que es realista. En eldiario.es capitalizo todos los lectores que tenía en mi blog, abierto en 2003; todos los seguidores de mi cuenta de Twitter, donde llevo dando guerra desde 2007; todos mis esfuerzos como columnista de Público; y mis intervenciones en televisión o radio. No creo que sea la última Coca-Cola del desierto, pero mi firma no es una firma más dentro de Internet y por eso permitió que eldiario.es tuviera tan rápidamente los datos de audiencia que tiene; mi firma y la de otros compañeros que se embarcaron conmigo, claro.
Si cualquiera entra en los portales de, por poner un par de ejemplos, Yorokobu o Kiosko, ve con facilidad el logo de eldiario.es. ¿Qué tipo de acuerdo tienen?
Tenemos una asociación con ellos que varía según el tipo de medio. Les damos comercialización, distribución de contenidos en nuestra portada y en nuestras redes sociales, soporte tecnológico o hueco en la oficina, como a Carne Cruda. Una de las cosas que se ha demostrado en Internet es que es tan importante la colaboración como la competencia a la hora de generar cosas. Nosotros tenemos diferentes modelos de colaboración con alrededor de veinte medios. A nivel regional, solo nos faltan ediciones en La Rioja, Castilla y León y Baleares. Las redacciones autonómicas son empresas distintas, participadas minoritariamente por eldiario.es, de periodistas que ponen en marcha su propia redacción apoyada en nosotros. Podían intentarlo desde cero, pero colaborando con nosotros pueden aprovechar nuestra marca, fuerza en redes o tecnología.
¿Cómo llega un medio sin el poder de los tradicionales impresos a conseguir exclusivas como la de las tarjetas opacas de Caja Madrid?
Durante muchos años, la prensa se concebía como una liga de fútbol, que eran los periódicos de papel, y estos patrocinaban a los equipos de otra liga de baloncesto, menor y que no veía nadie, que eran los medios digitales. Lo que está pasando ahora es que hay mucha más audiencia en los medios digitales que en la prensa de papel. Además, los medios digitales tienen mucha más influencia a medio y largo plazo y esto se está notando. Nosotros, en eldiario.es, tenemos, por ejemplo, más audiencia que la que tiene la suma del papel y la web de La Razón. Si tú tienes periodistas que han dado exclusivas en medios de papel, ¿por qué no las van a dar en un medio digital? Cuantas más exclusivas destapamos, más gente viene a contarnos cosas. La prensa en papel ya no se sorprende de que nuestras noticias acaben reflejadas en radio o televisión. Además, nosotros no tenemos las adherencias que tienen otros medios: el único interés de eldiario.es es eldiario.es. Los dueños somos trabajadores a tiempo completo y no tenemos otros intereses que salvaguardar. Algunos medios en España se han convertido en propiedad de grandes corporaciones financieras o de telecomunicaciones que tienen otros intereses y no siempre es la información. Cada vez es más común que informaciones relevantes o peligrosas para poderes económicos o políticos solo se den en Internet.
Yo tenía en marcha el proyecto de eldiario.es antes de Público. El registro del dominio eldiario.es lo hice en 2004 o 2005, antes de fundar Público o irme a trabajar a La Voz de Almería. Antes o después quería comenzar con este proyecto. La idea era, viendo cómo bajaban en Internet los costes para que unos periodistas crearan su medio, fundar uno verdaderamente independiente. Cuando salí de la dirección de Público en 2009 comencé a trabajar de nuevo en el proyecto, pero decidí esperar porque no era el momento. ¿Cuándo era el momento? Cuando cerró Público en papel. Tuve unas conversaciones con Jaume Roures, que quería que volviera pero como director de público.es, pero no nos pusimos de acuerdo por cómo solucionó el tema laboral con los trabajadores. La redacción no ha cobrado y ha terminado en Fogasa (Fondo de Garantía Salarial). Le dije a Jaume Roures que no podía incorporarme a un proyecto si no pagaba a mis compañeros y lancé eldiario.es.
¿Es realista pensar que cualquiera puede fundar un medio como eldiario.es o cree que sin su figura no hubiera tenido la repercusión inicial?
No lo es. A eldiario.es trasladé los esfuerzos de diez o quince años y así sí que es realista. En eldiario.es capitalizo todos los lectores que tenía en mi blog, abierto en 2003; todos los seguidores de mi cuenta de Twitter, donde llevo dando guerra desde 2007; todos mis esfuerzos como columnista de Público; y mis intervenciones en televisión o radio. No creo que sea la última Coca-Cola del desierto, pero mi firma no es una firma más dentro de Internet y por eso permitió que eldiario.es tuviera tan rápidamente los datos de audiencia que tiene; mi firma y la de otros compañeros que se embarcaron conmigo, claro.
Si cualquiera entra en los portales de, por poner un par de ejemplos, Yorokobu o Kiosko, ve con facilidad el logo de eldiario.es. ¿Qué tipo de acuerdo tienen?
Tenemos una asociación con ellos que varía según el tipo de medio. Les damos comercialización, distribución de contenidos en nuestra portada y en nuestras redes sociales, soporte tecnológico o hueco en la oficina, como a Carne Cruda. Una de las cosas que se ha demostrado en Internet es que es tan importante la colaboración como la competencia a la hora de generar cosas. Nosotros tenemos diferentes modelos de colaboración con alrededor de veinte medios. A nivel regional, solo nos faltan ediciones en La Rioja, Castilla y León y Baleares. Las redacciones autonómicas son empresas distintas, participadas minoritariamente por eldiario.es, de periodistas que ponen en marcha su propia redacción apoyada en nosotros. Podían intentarlo desde cero, pero colaborando con nosotros pueden aprovechar nuestra marca, fuerza en redes o tecnología.
¿Cómo llega un medio sin el poder de los tradicionales impresos a conseguir exclusivas como la de las tarjetas opacas de Caja Madrid?
Durante muchos años, la prensa se concebía como una liga de fútbol, que eran los periódicos de papel, y estos patrocinaban a los equipos de otra liga de baloncesto, menor y que no veía nadie, que eran los medios digitales. Lo que está pasando ahora es que hay mucha más audiencia en los medios digitales que en la prensa de papel. Además, los medios digitales tienen mucha más influencia a medio y largo plazo y esto se está notando. Nosotros, en eldiario.es, tenemos, por ejemplo, más audiencia que la que tiene la suma del papel y la web de La Razón. Si tú tienes periodistas que han dado exclusivas en medios de papel, ¿por qué no las van a dar en un medio digital? Cuantas más exclusivas destapamos, más gente viene a contarnos cosas. La prensa en papel ya no se sorprende de que nuestras noticias acaben reflejadas en radio o televisión. Además, nosotros no tenemos las adherencias que tienen otros medios: el único interés de eldiario.es es eldiario.es. Los dueños somos trabajadores a tiempo completo y no tenemos otros intereses que salvaguardar. Algunos medios en España se han convertido en propiedad de grandes corporaciones financieras o de telecomunicaciones que tienen otros intereses y no siempre es la información. Cada vez es más común que informaciones relevantes o peligrosas para poderes económicos o políticos solo se den en Internet.
¿Qué tipo de presiones han recibido por parte de algún personaje público o empresa para que algo no se publicara o se dulcificara un contenido?
Casi siempre que tenemos una exclusiva, la contamos. Miguel Blesa, expresidente de Bankia, nos envió un burofax amenazándonos con acciones legales si publicábamos nuestra revista. Le respondimos a través de nuestro abogado que la información es un derecho fundamental, que estaba coaccionándolo y que nos reservábamos acciones legales por esa amenaza. No volvimos a saber nada de él y, por supuesto, publicamos la información. Tenemos la ventaja de que nos hemos ganado entre los poderosos fama de imposibles. Con nosotros es muy difícil jugar a la presión porque nuestro primer cliente es el lector y los socios que pagan sesenta euros al año. La publicidad suma más en conjunto pero ningún anunciante por separado llega ni a la mitad de lo que nos dan los lectores.
¿Se han topado en eldiario.es con algún límite sensible como la Casa Real o alguna empresa del Ibex35 a la hora de querer publicar alguna información?
No. Puedes buscar cualquier información sobre empresas del Ibex35 en eldiario.es que no dan otros medios. A veces, esas empresas luego son anunciantes nuestros. Esas corporaciones tienen la necesidad de anunciarse porque nosotros tenemos muchos lectores. Las presiones económicas que sufren los grandes medios tienen que ver más con los propietarios, muchas veces bancos, que con los anunciantes. Además, no es lo mismo afrontar la presión cuando tienes tus cuentas en números negros, como nosotros; una empresa podría quitarnos toda la publicidad por publicar algo y nosotros se lo contaríamos a nuestros lectores y sobreviviríamos. Hemos cerrado en positivo el segundo y tercer año de vida de eldiario.es. No tenemos la necesidad de torcer nuestra mano por estar en una situación económica complicada.
¿Qué tiene que decir sobre la polémica creada a raíz del despido de Salvador Sostres de El Mundo y su supuesta celebración que señalaban medios afines a la derecha?
Fue una campaña absurda en la que me achacaban que me alegraba del despido de un compañero. Para empezar, a Salvador Sostres no lo considero compañero mío. Yo soy periodista y como tal hago opinión; él es un polemista que hace opinión y se dedica a otras cosas. Me alegro de que un periódico nacional como El Mundo deje de dar publicidad a un machista y xenófobo que lo único que hacía era publicar lo que nadie se atrevía por ser una barbaridad y una burrada. Creo que muchos lectores de El Mundo también se alegran, al igual que sus compañeros de redacción, que pedían desde hace mucho tiempo que se le despidiese. ¿El mismo que decía que hablar castellano era de pobres ahora convertido en símbolo de la derecha? Si quieren que Salvador Sostres sea su mártir, allá ellos.
Me gustaría analizar la competencia eligiendo dos medios en teoría similares a eldiario.es. Uno acaba de nacer y el otro ya es una realidad. ¿Qué le parecen Infolibre y El Español?
Infolibre lo hacen muy buenos amigos míos y antiguos compañeros. Jesús Maraña y Miguel Rico, que dirigen Infolibre y Tintalibre, trabajaron conmigo muchos años en Público. Primero fui su jefe cuando yo era director y luego Jesús Maraña accedió a la dirección y yo seguí siendo colaborador. Les va razonablemente bien y deseo que les vaya mejor todavía. Mucha gente lo ve como una competencia para nosotros pero yo no lo veo así. Nosotros no competimos con Infolibre, competimos con absolutamente todos los medios escritos que hay en España, de papel y web, que son cuatrocientos. En el caso de El Español, no es una competencia que me dé miedo. Es más, nos puede venir bien: Pedro J. Ramírez (director de El Español) se ha caído del guindo después de haber estado tiempo diciendo que lo importante era el papel y ahora afirma que no hace falta y que lo que importa es Internet. Si consigue convencer a anunciantes de que es más importante la web que la prensa impresa, nos vendrá bien a todos. Cabe que recordar que en el pasado nosotros competíamos con Pedro J. Ramírez cuando este dirigía El Mundo.
¿Por qué cayó Pedro J. Ramírez cuando era director de El Mundo?
Es una pregunta complicada. Hay varios motivos y el primero es el económico. No habría caído si hubiera tenido el periódico en números negros como lo tuvo durante muchos años. Siempre ha sido incómodo para muchos políticos pero antes estaba protegido porque El Mundo era rentable. Es evidente que al gobierno de Mariano Rajoy no le gustaba Pedro J. Ramírez, que había sido uno de los suyos y ahora estaba torpedeando la credibilidad del presidente del Gobierno. Han existido nada disimuladas presiones del Gobierno para apartarlo.
Casi siempre que tenemos una exclusiva, la contamos. Miguel Blesa, expresidente de Bankia, nos envió un burofax amenazándonos con acciones legales si publicábamos nuestra revista. Le respondimos a través de nuestro abogado que la información es un derecho fundamental, que estaba coaccionándolo y que nos reservábamos acciones legales por esa amenaza. No volvimos a saber nada de él y, por supuesto, publicamos la información. Tenemos la ventaja de que nos hemos ganado entre los poderosos fama de imposibles. Con nosotros es muy difícil jugar a la presión porque nuestro primer cliente es el lector y los socios que pagan sesenta euros al año. La publicidad suma más en conjunto pero ningún anunciante por separado llega ni a la mitad de lo que nos dan los lectores.
¿Se han topado en eldiario.es con algún límite sensible como la Casa Real o alguna empresa del Ibex35 a la hora de querer publicar alguna información?
No. Puedes buscar cualquier información sobre empresas del Ibex35 en eldiario.es que no dan otros medios. A veces, esas empresas luego son anunciantes nuestros. Esas corporaciones tienen la necesidad de anunciarse porque nosotros tenemos muchos lectores. Las presiones económicas que sufren los grandes medios tienen que ver más con los propietarios, muchas veces bancos, que con los anunciantes. Además, no es lo mismo afrontar la presión cuando tienes tus cuentas en números negros, como nosotros; una empresa podría quitarnos toda la publicidad por publicar algo y nosotros se lo contaríamos a nuestros lectores y sobreviviríamos. Hemos cerrado en positivo el segundo y tercer año de vida de eldiario.es. No tenemos la necesidad de torcer nuestra mano por estar en una situación económica complicada.
¿Qué tiene que decir sobre la polémica creada a raíz del despido de Salvador Sostres de El Mundo y su supuesta celebración que señalaban medios afines a la derecha?
Fue una campaña absurda en la que me achacaban que me alegraba del despido de un compañero. Para empezar, a Salvador Sostres no lo considero compañero mío. Yo soy periodista y como tal hago opinión; él es un polemista que hace opinión y se dedica a otras cosas. Me alegro de que un periódico nacional como El Mundo deje de dar publicidad a un machista y xenófobo que lo único que hacía era publicar lo que nadie se atrevía por ser una barbaridad y una burrada. Creo que muchos lectores de El Mundo también se alegran, al igual que sus compañeros de redacción, que pedían desde hace mucho tiempo que se le despidiese. ¿El mismo que decía que hablar castellano era de pobres ahora convertido en símbolo de la derecha? Si quieren que Salvador Sostres sea su mártir, allá ellos.
Me gustaría analizar la competencia eligiendo dos medios en teoría similares a eldiario.es. Uno acaba de nacer y el otro ya es una realidad. ¿Qué le parecen Infolibre y El Español?
Infolibre lo hacen muy buenos amigos míos y antiguos compañeros. Jesús Maraña y Miguel Rico, que dirigen Infolibre y Tintalibre, trabajaron conmigo muchos años en Público. Primero fui su jefe cuando yo era director y luego Jesús Maraña accedió a la dirección y yo seguí siendo colaborador. Les va razonablemente bien y deseo que les vaya mejor todavía. Mucha gente lo ve como una competencia para nosotros pero yo no lo veo así. Nosotros no competimos con Infolibre, competimos con absolutamente todos los medios escritos que hay en España, de papel y web, que son cuatrocientos. En el caso de El Español, no es una competencia que me dé miedo. Es más, nos puede venir bien: Pedro J. Ramírez (director de El Español) se ha caído del guindo después de haber estado tiempo diciendo que lo importante era el papel y ahora afirma que no hace falta y que lo que importa es Internet. Si consigue convencer a anunciantes de que es más importante la web que la prensa impresa, nos vendrá bien a todos. Cabe que recordar que en el pasado nosotros competíamos con Pedro J. Ramírez cuando este dirigía El Mundo.
¿Por qué cayó Pedro J. Ramírez cuando era director de El Mundo?
Es una pregunta complicada. Hay varios motivos y el primero es el económico. No habría caído si hubiera tenido el periódico en números negros como lo tuvo durante muchos años. Siempre ha sido incómodo para muchos políticos pero antes estaba protegido porque El Mundo era rentable. Es evidente que al gobierno de Mariano Rajoy no le gustaba Pedro J. Ramírez, que había sido uno de los suyos y ahora estaba torpedeando la credibilidad del presidente del Gobierno. Han existido nada disimuladas presiones del Gobierno para apartarlo.
¿Qué le parece que Mediaset prescindiera de Jesús Cintora en Las mañanas de Cuatro y las razones que esgrimieron?
Fue una petición atendida al Gobierno y no fue nada disimulada. Igual que están haciendo ahora con La Sexta tras sitiar Las mañanas de Cuatro. Cuando Mariano Rajoy dice que hay televisiones que han perjudicado al Gobierno martilleando con la corrupción señala directamente a una persona: Antonio García Ferreras, que es el gran dique que está protegiendo lo que se ve ahora en La Sexta; en los informativos, en su programa (Al rojo vivo) y en el resto. Si algún día despiden a Antonio García Ferreras, que no nos cuenten más que la prensa está amenazada en Venezuela porque donde sí lo está es en Madrid. Cuando oigo que el Gobierno habla de que si gana Podemos va a poner al Estado a su servicio, va a coartar la libertad de prensa, va a presionar a los jueces y a la Policía...; ¿menos, más o igual que ellos?
¿Cuál es la salud del periodismo impreso en España cuando el Banco Santander compra el mismo día las portadas de los periódicos de mayor tirada?
Eso entra dentro de la acción comercial, pero da un mensaje pésimo. El problema no es la publicidad, a mí me preocupan los contenidos. La publicidad, el lector la sabe identificar; lo realmente peligroso es cuando en letra de noticia sale publicidad, y eso está pasando. La sociedad española no está reflejada en lo que hay en los kioscos. Con los periódicos actuales de Madrid no se puede entender lo que es España. Nadie entiende que Manuela Carmena gobierne en Madrid con este kiosco. Solo grandes empresas que ejercen presiones económicas fuertes pueden llegar a los kioscos y esa es la razón de que no se vea un reflejo de la sociedad española o de que solo esté el de una parte concreta.
¿Qué opina de la actual RTVE?
Me parece que es la peor RTVE desde Alfredo Urdaci, que ya es decir; e incluso peor en algunos casos. Tener de presidente a un periodista que aparece en “los papeles de Bárcenas” cobrando dinero negro del PP lo dice todo. Es la misma persona que viene de hundir Telemadrid y de convertirla en la bazofia que puede ver cualquier madrileño con mando a distancia. Los gobiernos no entienden que controlar la televisión no les blinda. Es más, pueden generar un efecto perverso, que es que cuando la propaganda es muy evidente se vuelve en contra de los propios gobiernos; y eso le está pasando al español.
¿Qué futuro cree que tienen los diarios en papel nacionales?
Hay una web que dice que en España los periódicos impresos se extinguirán en 2024; yo no me atrevo a pronosticarlo pero creo que será antes. Es tan caro distribuir en 30.000 puntos de venta un producto que se tiene que fabricar al día, que con las caídas actuales del 15 % es imposible llegar a un punto de equilibrio. Prácticamente todos los periódicos españoles en papel son deficitarios y no es algo coyuntural, es porque cada vez hay menos lectores. Absolutamente todos los periódicos en papel se van a convertir en digitales pero no sé si todos sobrevivirán en la transición.
Tras Rodrigo Rato, ¿caerá alguien más de la actual cúpula del PP o de la vieja guardia por Gürtel o similares?
¿Que si veremos a algún otro milagro español corrupto? Probablemente. Los periodistas manejamos mucha más información de la que podemos publicar. Hay veces que gente o su entorno te reconoce que es un corrupto pero jamás paga por ello. Yo creo que alguno más saldrá de los que todos sabemos que lo son.
¿Es Ciudadanos la derecha moderada y moderna que podría necesitar España?
Puede serlo. Una de las cosas más dramáticas de la evolución de la derecha en España es que ganó la franquista y no la reformista. Había dos derechas en España en los orígenes de la Transición y la minoritaria era Alianza Popular, que se fundó en un congreso en el que se cantaron vivas a Franco. Alianza Popular eran los ministros reformistas de Franco. Centrándonos en Ciudadanos, es evidente que tiene que haber un partido que represente a esa sociedad que existe y que ojalá no robe o no juegue con la xenofobia y el racismo como ha hecho el PP en Cataluña o en Vitoria-Gasteiz.
¿Son Pedro Sánchez y Mariano Rajoy los candidatos ideales para PSOE y PP respectivamente?
Mariano Rajoy es un mal candidato para su partido y ellos lo saben, pero la estructura del PP impide tumbarle si él no quiere. Argumenta que se ha ganado el derecho a que le echen las urnas y no las encuestas y va a ir hasta el final. Por otro lado, Pedro Sánchez ha conseguido frenar la caída que sufría el PSOE, pero de ahí a que vaya a ser el líder que recupere lo que consiguieron Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero… mucho decir me parece.
¿Están justificadas las críticas a Podemos utilizando a Venezuela como excusa?
Los líderes de Podemos han tenido lazos muy estrechos en sus biografías con Venezuela. Lo que es terrible es que el Congreso de los Diputados o el Senado voten sobre los derechos humanos en Venezuela. ¿Por qué no siguen con China o Marruecos? En España han querido convertir Venezuela en un problema local y en arma electoral.
¿Se esperaba los resultados de Ahora Madrid con Manuela Carmena a la cabeza?
Consiguieron un resultado excepcional en parte provocado por Esperanza Aguirre. Todo el odio que genera por su gestión y por los charcos de corrupción en los que está metida se ha convertido en amor hacia Manuela Carmena. La noche del debate electoral, amigos míos que trabajan en encuestas me contaron que Esperanza Aguirre había caído ocho puntos. Le preguntaban por su modelo de ciudad y respondía que Manuela Carmena simpatizaba con ETA, cuando en realidad estuvo amenazada por la banda terrorista.
¿Estamos ante el final de la carrera de Esperanza Aguirre? ¿Ha perdido el norte político tras perder las elecciones municipales?
Estamos viendo los manotazos del ahogado. Puede dar un susto final como en las películas de miedo, pero lo lógico es que pierda la batalla por la presidencia del PP de Madrid con Cristina Cifuentes y se quede únicamente como oposición en el ayuntamiento de la capital. Tendrá que pensar en dedicarse a cuidar a sus nietos como dijo hace dos años. Decía que no iba a dedicarse a la política toda su vida y lleva más de treinta años subida a un coche oficial.
Por cierto, hablando de Esperanza Aguirre, ¿qué valoración le merece que en la entrevista que le hizo con sus compañeros en La Sexta Noche antes de las elecciones municipales le atacara hablándole de su pareja y su supuesta posición en TVE?
Fue una cosa tremenda. Yo le pregunté por sus familiares en la administración gobernada por el PP, que es el partido que ella preside en Madrid, y ella me respondió diciendo que mi mujer estaba en TVE. Estuvo fuera de lugar y muestra cómo es el personaje. Me contó después de la entrevista que había estado buscándome por la mañana en Google para sacarme cosas. Es deplorable.
¿A quién ve como presidente del Gobierno a finales de año?
Es muy difícil pronosticarlo. Aunque parezca mentira, Pedro Sánchez tiene algunas posibilidades más que el resto, pero esto cambia continuamente.
Le quería preguntar por Meteosat (grupo de música del que formó parte en el pasado).
Ningún problema (se ríe).
¿Volverán?
Me temo que no. Sigo haciendo música en casa y puede que algún día me anime y saque un disco nuevo o dé un concierto. Eso sí, es muy difícil que nos juntemos puesto que en Madrid solo estamos tres miembros de Meteosat.
Fue una petición atendida al Gobierno y no fue nada disimulada. Igual que están haciendo ahora con La Sexta tras sitiar Las mañanas de Cuatro. Cuando Mariano Rajoy dice que hay televisiones que han perjudicado al Gobierno martilleando con la corrupción señala directamente a una persona: Antonio García Ferreras, que es el gran dique que está protegiendo lo que se ve ahora en La Sexta; en los informativos, en su programa (Al rojo vivo) y en el resto. Si algún día despiden a Antonio García Ferreras, que no nos cuenten más que la prensa está amenazada en Venezuela porque donde sí lo está es en Madrid. Cuando oigo que el Gobierno habla de que si gana Podemos va a poner al Estado a su servicio, va a coartar la libertad de prensa, va a presionar a los jueces y a la Policía...; ¿menos, más o igual que ellos?
¿Cuál es la salud del periodismo impreso en España cuando el Banco Santander compra el mismo día las portadas de los periódicos de mayor tirada?
Eso entra dentro de la acción comercial, pero da un mensaje pésimo. El problema no es la publicidad, a mí me preocupan los contenidos. La publicidad, el lector la sabe identificar; lo realmente peligroso es cuando en letra de noticia sale publicidad, y eso está pasando. La sociedad española no está reflejada en lo que hay en los kioscos. Con los periódicos actuales de Madrid no se puede entender lo que es España. Nadie entiende que Manuela Carmena gobierne en Madrid con este kiosco. Solo grandes empresas que ejercen presiones económicas fuertes pueden llegar a los kioscos y esa es la razón de que no se vea un reflejo de la sociedad española o de que solo esté el de una parte concreta.
¿Qué opina de la actual RTVE?
Me parece que es la peor RTVE desde Alfredo Urdaci, que ya es decir; e incluso peor en algunos casos. Tener de presidente a un periodista que aparece en “los papeles de Bárcenas” cobrando dinero negro del PP lo dice todo. Es la misma persona que viene de hundir Telemadrid y de convertirla en la bazofia que puede ver cualquier madrileño con mando a distancia. Los gobiernos no entienden que controlar la televisión no les blinda. Es más, pueden generar un efecto perverso, que es que cuando la propaganda es muy evidente se vuelve en contra de los propios gobiernos; y eso le está pasando al español.
¿Qué futuro cree que tienen los diarios en papel nacionales?
Hay una web que dice que en España los periódicos impresos se extinguirán en 2024; yo no me atrevo a pronosticarlo pero creo que será antes. Es tan caro distribuir en 30.000 puntos de venta un producto que se tiene que fabricar al día, que con las caídas actuales del 15 % es imposible llegar a un punto de equilibrio. Prácticamente todos los periódicos españoles en papel son deficitarios y no es algo coyuntural, es porque cada vez hay menos lectores. Absolutamente todos los periódicos en papel se van a convertir en digitales pero no sé si todos sobrevivirán en la transición.
Tras Rodrigo Rato, ¿caerá alguien más de la actual cúpula del PP o de la vieja guardia por Gürtel o similares?
¿Que si veremos a algún otro milagro español corrupto? Probablemente. Los periodistas manejamos mucha más información de la que podemos publicar. Hay veces que gente o su entorno te reconoce que es un corrupto pero jamás paga por ello. Yo creo que alguno más saldrá de los que todos sabemos que lo son.
¿Es Ciudadanos la derecha moderada y moderna que podría necesitar España?
Puede serlo. Una de las cosas más dramáticas de la evolución de la derecha en España es que ganó la franquista y no la reformista. Había dos derechas en España en los orígenes de la Transición y la minoritaria era Alianza Popular, que se fundó en un congreso en el que se cantaron vivas a Franco. Alianza Popular eran los ministros reformistas de Franco. Centrándonos en Ciudadanos, es evidente que tiene que haber un partido que represente a esa sociedad que existe y que ojalá no robe o no juegue con la xenofobia y el racismo como ha hecho el PP en Cataluña o en Vitoria-Gasteiz.
¿Son Pedro Sánchez y Mariano Rajoy los candidatos ideales para PSOE y PP respectivamente?
Mariano Rajoy es un mal candidato para su partido y ellos lo saben, pero la estructura del PP impide tumbarle si él no quiere. Argumenta que se ha ganado el derecho a que le echen las urnas y no las encuestas y va a ir hasta el final. Por otro lado, Pedro Sánchez ha conseguido frenar la caída que sufría el PSOE, pero de ahí a que vaya a ser el líder que recupere lo que consiguieron Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero… mucho decir me parece.
¿Están justificadas las críticas a Podemos utilizando a Venezuela como excusa?
Los líderes de Podemos han tenido lazos muy estrechos en sus biografías con Venezuela. Lo que es terrible es que el Congreso de los Diputados o el Senado voten sobre los derechos humanos en Venezuela. ¿Por qué no siguen con China o Marruecos? En España han querido convertir Venezuela en un problema local y en arma electoral.
¿Se esperaba los resultados de Ahora Madrid con Manuela Carmena a la cabeza?
Consiguieron un resultado excepcional en parte provocado por Esperanza Aguirre. Todo el odio que genera por su gestión y por los charcos de corrupción en los que está metida se ha convertido en amor hacia Manuela Carmena. La noche del debate electoral, amigos míos que trabajan en encuestas me contaron que Esperanza Aguirre había caído ocho puntos. Le preguntaban por su modelo de ciudad y respondía que Manuela Carmena simpatizaba con ETA, cuando en realidad estuvo amenazada por la banda terrorista.
¿Estamos ante el final de la carrera de Esperanza Aguirre? ¿Ha perdido el norte político tras perder las elecciones municipales?
Estamos viendo los manotazos del ahogado. Puede dar un susto final como en las películas de miedo, pero lo lógico es que pierda la batalla por la presidencia del PP de Madrid con Cristina Cifuentes y se quede únicamente como oposición en el ayuntamiento de la capital. Tendrá que pensar en dedicarse a cuidar a sus nietos como dijo hace dos años. Decía que no iba a dedicarse a la política toda su vida y lleva más de treinta años subida a un coche oficial.
Por cierto, hablando de Esperanza Aguirre, ¿qué valoración le merece que en la entrevista que le hizo con sus compañeros en La Sexta Noche antes de las elecciones municipales le atacara hablándole de su pareja y su supuesta posición en TVE?
Fue una cosa tremenda. Yo le pregunté por sus familiares en la administración gobernada por el PP, que es el partido que ella preside en Madrid, y ella me respondió diciendo que mi mujer estaba en TVE. Estuvo fuera de lugar y muestra cómo es el personaje. Me contó después de la entrevista que había estado buscándome por la mañana en Google para sacarme cosas. Es deplorable.
¿A quién ve como presidente del Gobierno a finales de año?
Es muy difícil pronosticarlo. Aunque parezca mentira, Pedro Sánchez tiene algunas posibilidades más que el resto, pero esto cambia continuamente.
Le quería preguntar por Meteosat (grupo de música del que formó parte en el pasado).
Ningún problema (se ríe).
¿Volverán?
Me temo que no. Sigo haciendo música en casa y puede que algún día me anime y saque un disco nuevo o dé un concierto. Eso sí, es muy difícil que nos juntemos puesto que en Madrid solo estamos tres miembros de Meteosat.